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Un siglo de pensamiento marxista peruano

Actualizado: 29 jun 2023

por Asa Skinder I ENSAYO I EE.UU.


 

El autor presenta un análisis del comunismo indígena de José Carlos Mariátegui para entender las elecciones presidenciales de 2021 en el Perú.


América Latina ha tenido un desarrollo socioeconómico único. La conquista española y la época posterior a las colonias y repúblicas han despojado a las poblaciones indígenas de América Latina de su tierra y las han oprimido a sistemas económicos explotadores. Para entender los problemas de las poblaciones indígenas y encontrar soluciones para mejorar su situación socioeconómica, algunos pensadores latinoamericanos han usado un análisis marxista. Marx y escritores marxistas posteriores, quienes añadieron a sus argumentos, escribieron sobre el modo de producción capitalista y la lucha de clases. Estos dos conceptos pueden describir aspectos de la situación socioeconómica de América Latina, pero mucho del análisis marxista está basado en la historia y la política de Europa. Pensadores latinoamericanos, quienes han querido analizar América Latina a través de un lente marxista, han combinado elementos de las teorías de los pensadores marxistas europeos con algunos elementos de las realidades socioeconómicas de sus propios países. José Carlos Mariátegui fue uno de estos pensadores.


Mariátegui combinó las ideas marxistas sobre la lucha de clases sociales con sus propias ideas de lucha por los derechos indígenas en América Latina. Su combinación de la teoría socioeconómica marxista con sus observaciones sobre las condiciones que afectaban al pueblo indígena, resultó en una gran visión emancipatoria que imaginaba un porvenir para los indígenas del Perú y el resto de América Latina sin la opresión a manos de los ricos y poderosos.


En su ensayo El Problema del Indio, uno de los capítulo de su libro Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, Mariátegui utlizó una lente marxista para argumentar que los problemas que afectaban a los indígenas de Perú no eran productos de los problemas “administrativo, jurídico o eclesiástico, ni en su dualidad o pluralidad de razas, ni en sus condiciones culturales y morales” (Mariátegui 35). Él señaló que la economía fue la razón principal para la explotación de los indígenas peruanos a manos de los señores feudales del sistema latifundista. Mariátegui describió cómo los dueños de estados grandes podían usar el trabajo forzado de los indios sin miedo a la ley, y por esto, él no creía que los esfuerzos de reforma que no involucren cambios materiales, como la redistribución de la tierra, podrían resolver los problemas de explotación.


Además, Mariátegui evaluó la hipocresía de la República peruana después de la independencia—él mencionó que aunque “la República es formalmente un régimen peruano y liberal”, las condiciones de los indios se habían deteriorado desde el virreinato español (Mariátegui 42). A pesar del hecho de que algunas reformas y leyes relacionadas a problemas indígenas fueron aprobadas después de la independencia, Mariátegui escribió que “[a] la República le tocaba elevar la condición del indio. Y contrariando este deber, la República ha pauperizado al indio, ha agravado su depresión y ha exasperado su miseria” (Ibid). En su análisis de la situación histórica, él pensaba dialécticamente para iluminar la gran contradicción entre el tratamiento de los indígenas durante el virreinato “medieval y extranjero” (Ibid), y la República presuntamente liberal y moderna.


Según los escritores Michael Lowy y Penelope Duggan, Mariátegui se apartaba de algunas corrientes marxistas europeas. En las secuelas de la revolución Rusa, grupos como la Tercera Internacional y pensadores, incluyendo Karl Kautsky, habían promocionado una ideología marxista positivista, en la cual ellos creían que todas las sociedades necesitan tener algunas etapas económicas (incluyendo periodos feudales y capitalistas) antes de su transición a una economía socialista (Lowy and Duggan 77). Mariátegui resistió estas ideas positivistas, y tradujo algunas ideas románticas de Marx y Engels al contexto peruano. Lowy y Duggan escriben que el “ romanticismo revolucionario es un elemento crucial, pero olvidado del pensamiento de Marx y Engels. Se divulga en sus escritos en varios modos, uno de los cuales, que probablemente es el más importante, es su concepción del comunismo como el restablecimiento de ciertas características de las comunidades primitivas” (traducción mía) (Lowy and Duggan 77).


Aunque Marx y Engels imaginaron que este comunismo primitivo comenzaría en comunidades de campesinos rusos, Mariátegui reconoció que las comunidades indígenas peruanas también podían ser la fuente de una nueva sociedad comunista. En otro texto del libro Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, titulado Esquema de la Evolución Económica, Mariátegui escribió que las comunidades del imperio incaico funcionaban de “un modo solidario y orgánico” (Mariátegui 16). Al mismo tiempo, Mariátegui reconoció que el desarrollo de sectores de su país entraron en una etapa capitalista e industrial, lo cual podría significar “la formación de un proletariado industrial con creciente y natural tendencia a adoptar un ideario clasista, que siega una de las antiguas fuentes del proselitismo caudillista y cambia los términos de la lucha política” (Mariátegui 27). En los ensayos Esquema de la Evolución Económica y El Problema del Indio, Mariátegui mezcló ideas y métodos marxistas clásicos (como su revisión de la historia socioeconómica de Perú, para explicar las condiciones que existían en el país en su tiempo, y su reconocimiento de la centralidad del proletariado industrial para el proyecto socialista) con ideas románticas sobre la importancia de las comunidades primitivas (contra el pensamiento de algunas marxistas positivistas de Rusia y otros países europeos). Con esta mezcla de ideas, el autor peruano formó un nuevo marxismo latinoamericano que podía abordar las condiciones particulares de los indígenas peruanos.


Además de su divergencia con las ideas aceptadas por algunos marxistas de su tiempo, Mariátegui también tuvo ideas heterodoxas sobre figuras prominentes comunistas, quines moldeaban sus propias ideas. Él tenía una concepción del líder bolchevique, Vladimir Lenin, como una persona asiática (y por consiguiente, distinto de la cultura imperialista y capitalista europea) quien pudo desafiar el orden existente europeo debido a su estatus como una persona de afuera (Feldman). Mariátegui concibió a Lenin y Rusia en una manera que le permitió usar sus imágenes e ideas como inspiración y metáfora para las luchas peruanas indigenistas y socialistas. Según Irina Feldman, para Mariátegui, “Lenin se describe sobre todo y reiteradamente, como un personaje oriental” (Feldman 6). Este hecho, en combinación con la realidad que algunas similitudes materiales (como el modo de producción agrícola en el campo) que existían entre Rusia y Perú en esta época, significó que en el pensamiento de Mariátegui, Lenin podría ser “un modelo para ser imitado en otras sociedades de la periferia” (Feldman 7).


Mariátegui creía que solo las soluciones materiales podían abordar los problemas de los indios peruanos. En su ensayo El Problema de Indio dijo que:

Por primera vez también el problema indígena, escamoteado antes por la retórica de las clases dirigentes, es planteado en sus términos sociales y económicos, identificándosele ante todo con el problema de la tierra…este problema no puede encontrar su solución en una fórmula humanitaria. No puede ser la consecuencia de un movimiento filantrópico. (Mariátegui 45).

Su parecer marxista es claro en esta frase. Rechazó las reformas liberales que contaran con la educación, religión, o regulaciones nuevas para los gamonales. A sus ojos, solo la devolución de la tierra robada a los indios podía terminar su explotación a manos de los latifundistas. Además, creía que debía producirse como un resultado de las comunidades indígenas, bajo la forma de los congresos indígenas (Mariátegui 45).


La escritura de Mariátegui es poderosa, debido a su mezcla de un análisis marxista fuerte que ilumina los asuntos económicos con un enfoque en los problemas únicos de las poblaciones indígenas del Perú. Mariátegui terminó su ensayo El Problema de Indio con una llamada a la acción:

La propagación en el Perú de las ideas socialistas ha traído como consecuencia un fuerte movimiento de reivindicación indígena. La nueva generación peruana siente y sabe que el progreso del Perú será ficticio o por lo menos no será peruano, mientras no constituya la obra y no signifique el bienestar de la masa peruana que en sus cuatro quintas partes es indígena y campesina (Mariátegui 44).

Él reconoció que el progreso de su país no importaba si no podía beneficiar a quienes lo crearon con su trabajo. Mariátegui retó a los indígenas a juntarse y ganar mejoras materiales, enfrentándose contra las fuerzas opresivas de la República y los latifundistas: “Un pueblo de cuatro millones de hombres, consciente de su número, no desespera nunca de su porvenir. Los mismos cuatro millones de hombres, mientras no sean sino una masa inorgánica, una muchedumbre dispersa, son incapaces de decidir su rumbo histórico” (Mariátegui 45). Él sabía que si un movimiento indígena pudiera ser movilizado, cambiaría su destino para crear un porvenir sin opresión.


En nuestros días, existe un nuevo movimiento socialista in Perú con raíces en el trabajo y la teoría de Mariátegui. En abril de 2021, el candidato izquierdista Pedro Castillo ganó en la primera vuelta de la elección presidencial peruana con un 19 por ciento del voto, y se enfrentará a una candidata derechista y neoliberal, la de Keiko Fujimori, en una segunda vuelta electoral en junio (Meisner). En una encuesta reciente de votantes peruanos, Castillo recibió el apoyo de 44.8 por ciento de los personas encuestadas y Fujimori recibió 34.4 por ciento, dando a Castillo una oportunidad robusta para ganar la segunda vuelta electoral de junio (teleSUR - JGN). Castillo, quien es un maestro y era un líder de la huelga de maestros en Perú en 2017, es del pueblo de Chugur, en la región rural en las montañas andinas del Noroeste del Perú, y ha ganado el apoyo de los segmentos rurales y pobres de la población peruana (Collyns).


Su partido, Perú Libre, se describe como “Marxista, Leninista, y Mariateguísta” (Meisner), y dicen que si son elegidos, lucharán contra la corrupción en el gobierno peruano, mejorarán la respuesta nacional a la pandemia de COVID-19, crearán una economía mixta con regulaciones que limiten el poder de empresas y establecerán nuevos impuestos para las empresas transnacionales. Además, proponen una nueva reforma agraria, transformar la distribución de gas dando un papel central al estado peruano, y mejorar el sistema de educación pública junto al retorno a las escuelas que cerraron durante la pandemia (Castillo). La plataforma de Perú Libre describe un sistema económico en que empresas privadas pueden existir, pero los trabajadores pueden tener dignidad y el estado provee algunas redes de seguridad social.


A Pedro Castillo lo han acusado de su presunta afiliación con Sendero Luminoso, el grupo guerrillero maoísta que luchó contra el estado peruano entre sesenta y los noventa, y el MOVADEF (el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales), el grupo político que está vinculado a Sendero Luminoso, por su participación en la huelga de maestros (El Comercio Perú). La violencia durante esta elección ya ha sido vinculada a Sendero Luminoso. Una masacre el 24 de mayo en la región del VRAEM (los Valles de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro), en que al menos catorce personas fueron asesinadas, fue vinculada al grupo guerrillero por las fuerzas armadas peruanas, pero el jefe de policía local dijo que “No podemos confirmar que son del Sendero, pero sí de narcotráfico” (teleSur-JCM-MER; Collyns, “Perú”).


En su cuenta de Twitter, el partido Perú Libre condenó el atentado, y dijo que “Los crímenes ad portas de las elecciones en esta zona lamentablemente se están convirtiendo en una tradición con claros objetivos políticos a favor de la derecha” (Perú Libre). Keiko Fujimori, la adversaria derechista de Castillo, es la hija de Alberto Fujimori, el líder autoritario del país de los años noventa. Por eso, esta elección no solo invoca la memoria del pasado, del pensamiento comunista del país con la auto-designación del Perú Libre como un partido “mariateguísta”, sino también con el potencial retorno de la violencia partidista que había marcado el pasado del país.


Hay vínculos claros entre las ideas de Mariátegui y las políticas de Pedro Castillo y el partido Perú Libre. En el documento fundacional del partido, Vladimir Cerrón Rojas, el líder de partido, escribió que:

Para ser de izquierda se necesita abrazar la teoría marxista y bajo su luz interpretar todos los fenómenos que ocurren en la sociedad mundial, continental y nacional, sus causas y efectos, y a partir de ese diagnóstico plantear criterios de solución que conlleven a la satisfacción de las mayorías. Asimismo, los postulados mariateguístas, son de vital importancia respecto de nuestra realidad nacional, latinoamericana e inclusive mundial” (Cerrón Rojas 8).

Rojas, como Mariátegui, reconoce que los métodos marxistas pueden guiar acción política e iluminar los problemas sociales con un análisis en los aspectos económicos y políticos del país. También, su escritura aclara la importancia del pensamiento mariateguísta para entender su “realidad nacional, latinoamericana e inclusive mundial”.


En una manera similar de lo escrito por Mariátegui en El Problema del Indio, en cuál discutió que los asuntos de la tierra y libertad del gente indígena no podían ser resueltos con los cambios “administrativo, jurídico, étnico, moral, educacional, eclesiástico” (Mariátegui 36), el documento del partido Perú Libre discute que:

Es el Partido que con su práctica puede convencernos que no todo es utopía, que también existen realidades, conquistando objetivos que, la educación oficial, la religión y los medios de comunicación, nos transmitieron la idea que eran aspiraciones imposibles y que solamente una sociedad dividida en clases era garantía de competitividad y avance social (Cerrón Rojas 8).

Ambos pensadores reconocían que las instituciones del estado, como la educación oficial y el sistema jurídico pueden ocultar las raíces de problemas sistémicas. La idea de Cerrón Rojas de un partido que puede guiar a la gente a entender las relaciones sociales, es similar a las teorías leninistas del partido vanguardista, y también recuerda al proyecto de Mariátegui de El Amauta, su revista político-cultural. Inspirado por varios periódicos vanguardistas del izquierda europea, como el Ordine Nuevo de Antonio Gramsci, Mariátegui deseó tener influencia en la producción cultural y política peruana con su nueva publicación, así como guiar la actividad y la teoría revolucionaria (Coronado). Es claro que la idea leninista de una vanguardia ha tenido poder para la izquierda peruana por más de un siglo, y se constituye en un vínculo claro entre la teoría de Perú Libre y Mariátegui.


José Carlos Mariátegui

Aunque se observan algunos vínculos entre ellos, hay diferencias entre las políticas del partido Perú Libre y el pensamiento de Mariátegui. El principal es con respecto al papel de los indígenas en la lucha social y política. Para Mariátegui, el indígena constituía la clave para la subjetividad política que posibilitaba un cambio revolucionario—de manera semejante al papel del proletariado en las teorías marxistas clásicas. En el plan de gobierno publicado por Pedro Castillo, después de su victoria en la primera vuelta de las elecciones en abril y en el documento del partido Perú Libre de Vladimir Cerrón Rojas, no hay casi ninguna mención explícita de las poblaciones indígenas ni de sus propias luchas. Cerrón Rojas expresa que su partido fue producto del “interior del Perú Profundo, en los Andes del Perú”, al contrario de los partidos derechistas y otras partidos izquierdistas que se centran en los ciudades. También menciona que Perú Libre es el partido que apoya “la restitución de los derechos comunales andinos y amazónicos”, y se sitúa su partido en la historia de revolución peruana que empieza con Túpac Amaru II (Cerrón Rojas 9), pero no hace exigencias para la población indígena peruana de la misma manera que Mariátegui, quien fundamentó sus argumentos anticapitalistas en la lucha de los pueblos indígenas peruanos. Es evidente que el concepto del sujeto político ha cambiado desde las formulaciones de Mariátegui a las políticas electorales de nuestro presente. Es probable que Castillo y su partido tengan en cuenta que la gente puede tener cierta reticencia a auto-identificarse como indígena, ya que la revalorización de la identidad indígena, sí bien ha tenido lugar en la vecina Bolivia en las últimas dos décadas, no ha tenido tanto impacto en el Perú.


Castillo exige una nueva reforma agraria, y dice que “[m]ás de 2 millones de productores agrarios, desde sus organizaciones territoriales y distribuidos en todo el país, aspiran ampliar y consolidar su contribución a la seguridad alimentaria, generación de empleo y conservación de la agrobiodiversidad”. Según su plan, Castillo quiere priorizar los productos agrícolas andinos peruanos y orgánicas por encima de las importaciones, dar gestión de tierras y aguas a los mismos trabajadores que las trabajan, y dar más poder a las personas y organizaciones locales que trabajan en la agricultura (Castillo 9).


Castillo reconoce que cambios al sistema de tierra son claves para apoyar a los productores agrícolas y campesinos peruanos, de una manera similar a Mariátegui. Su análisis es distinto al de Mariátegui respecto al protagonismo político de las poblaciones indígenas. Mariátegui escribió que el “problema de la tierra—cuya solidaridad con el problema del indio es demasiado evidente” (Mariátegui 46), necesitará ser la solución a la opresión de la población indígena, porque la opresión de los indígenas se originó en la expoliación de sus tierras durante la conquista y en etapas posteriores. Castillo tiene metas que tienen similitud con las ideas de la redistribución de la tierra de Mariátegui, pero no las vinculan a la opresión específica de los pueblos indígenas peruanos de la misma forma que Mariátegui.


Está claro que en los años veinte del siglo pasado, cuándo Mariátegui estaba escribiendo, Perú atravesaba por una etapa de acelerado cambio, con una industrialización y un crecimiento urbano intenso (Lowy and Duggan). En la obra y pensamiento de Mariátegui, el indio está situado como la fuerza que podía desafiar al sistema capitalista, porque existe afuera de la modernidad, en una forma similar a Lenin y los bolcheviques, quienes eran la periferia a los ojos de Mariátegui (Lowy and Duggan; Feldman). Por supuesto, esta idea del poder de los pueblos indígenas proviene de la corriente romántica del indigenismo de la intelectualidad peruana, que es definida por su “imagen romántica de los indios—la gente andina indígena—en un intento por visualizar el porvenir de la sociedad y la políticas peruanas como un regreso a una estado precolonial e indígena” (traducción mía) (Rivera 133). La concepción de Mariátegui fue moldeada por las condiciones sociales y materiales en su vida, como esta corriente del indigenismo y la modernización acelerada de su país. Aunque Castillo y Cerrón Roja no mencionan mucho a los pueblos indígenas en sus escritos políticos, anuncian sus planes para la segunda reforma agraria o para la vacunación universal y gratuita contra COVID-19, cuál ha devastado a algunas comunidades indígenas peruanas (Castillo; Galdos and Somra).


Las metas de Castillo y Perú Libre se dirigen a asuntos similares sobre los que Mariátegui escribió, pero estos políticos modernos excluyen una parte clave del pensamiento de Mariátegui: su concepción de un nuevo comunismo, basado en las comunidades indígenas de Perú rural. A pesar de que ellos se describen como marxistas-leninistas-mariateguístas, han omitido la teoría más decisiva de este modo de pensamiento político. Es posible que esta falta de reconocimiento de los asuntos específicos de las poblaciones indígenas sea para ganar apoyo político de segmentos de la habitantes peruana más extensos que los indígenas y los comunistas en particular, o posiblemente sea el resultado de una disminución del poder cultural del indigenismo romántico en Perú.


En cualquier caso, Castillo ha logrado ganar el apoyo de muchas personas en las regiones rurales e indígenas del Perú con sus políticas izquierdistas y va por delante de su adversaria, Keiko Fujimori, en las encuestas. Aunque Perú ha tenido una historia violenta durante el conflicto entre el Sendero Luminoso y el gobierno peruano, y que existe una desconfianza de la izquierda de parte de algunas sectores de la polación, parece que después de la etapa neoliberal, desde fines de siglo veinte, los votantes peruanos quizás elijan a un candidato marxista, leninista, y mariateguísta. Si bien es improbable que la elección de Pedro Castillo lleve al comunismo indígena en el Perú como Mariátegui imaginó, es claro que las teorías de Mariátegui tienen poder en nuestro presente y continúan inspirando a movimientos izquierdistas en el pueblo peruano.

 

Sobre el autor

Asa Skinder nació en Montpelier, Vermont, Estados Unidos. Es estudiante de pregrado en Middlebury College. Estudia geografía y estudios ambientales y está interesado en cómo el paisaje físico da forma a la sociedad humana. Sus otros intereses académicos incluyen el español y la historia política del socialismo y de la clase trabajadora en todo el mundo. Durante el último año, Asa trabajó como obrero siderúrgico y ebanista. Fue elegido Alto Alguacil del condado de Washington, Vermont, lo que le otorga la potencial capacidad de arrestar al alguacil del condado si infringe la ley. Cuando no está trabajando, a Asa le encanta interpretar música de improvisación y pasar tiempo al aire libre con sus amigos.




Para contactar al autor:


Twitter: @asaskinder

 

Bibliografía


Castillo, Pedro. Pedro Castillo Presidente: Plan De Gobierno: Perú al Bicentenario Sin Corrupción. 2021, http://perulibre.pe/plan-bicentenario.pdf.

Cerrón Rojas, Vladimir. Perú Libre. Ideario y Programa. Feb. 2020, https://apisije-e.jne.gob.pe/TRAMITE/ESCRITO/2108/ARCHIVO/FIRMADO/9716.PDF.

Collyns, Dan. “Peru: Shining Path Splinter Group Kills 14 in Pre-Election Jungle Massacre.” The Guardian, 24 May 2021, http://www.theguardian.com/world/2021/may/24/peru-shining-path-jungle-massacre.

---. “Son of the Soil Pedro Castillo Promises a Presidency for Peru.” The Guardian, 5 May 2021, http://www.theguardian.com/global-development/2021/may/05/pedro-castillo-peru-presidential-candidate.

Coronado, Jorge. “Speaking in Two Tongues: José Carlos Mariátegui and Revolutionary Discourse.” Journal of Latin American Cultural Studies, vol. 11, no. 3, 2002, pp. 237–59.

“¿Cuál es el vínculo de Pedro Castillo con el Movadef, según Carlos Basombrío? | POLITICA.” El Comercio Perú, NOTICIAS EL COMERCIO PERÚ, 22 Aug. 2017, https://elcomercio.pe/politica/vinculo-pedro-castillo-movadef-carlos-basombrio-noticia-noticia-451991-noticia/.

Feldman, Irina. “La Imagen de La Revolución Rusa En El Pensamiento de José Carlos Mariátegui.” La Gaceta de Los Miserables, 2018, https://gacetadelosmiserables.com/2018/02/02/la-imagen-de-la-revolucion-rusa-en-el-pensamiento-de-jose-carlos-mariategui/amp/.

Galdos, Guillermo, and Gena Somra. “A Village Where 80% of People Have Covid-19 Symptoms.” CNN, https://www.cnn.com/2020/06/23/americas/peru-coronavirus-caimito-nurse-intl/index.html. Accessed 25 May 2021.

Lowy, Michael, and Penelope Duggan. “Marxism and Romanticism in the Work of Jose Carlos Mariategui.” Sage, vol. 25, no. 4, July 1998.

Mariátegui, José Carlos. Siete Ensayos de Interpetación de La Realidad Peruana. Ediciones Era, 1928.

Meisner, Liam. Pedro Castillo’s First Round Is an Opportunity for the Peruvian Left. 15 Apr. 2021, https://jacobinmag.com/2021/04/pedro-castillo-peruvian-left-rural-elections.

Perú Libre. “Nuestro Partido condena todo acto terrorista, como el ocurrido en el VRAEM. Los crímenes ad portas de las elecciones en esta zona lamentablemente se estan convirtiendo en una tradición con claros objetivos políticos a favor de la derecha.” @PERU_LIBRE1, 24 May 2021, https://twitter.com/PERU_LIBRE1/status/1396877318644195329.

Rivera, Omar. “The Image of the Indio in a Non-Representative Economy: Meditations on Peruvian Marxism.” The New Centennial Review, vol. 7, no. 3, Nov. 2007, pp. 131–47.

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