Reynaldo Bernal Cárdenas
Mi madre, influenciada por los cuentos ilustrados que mi abuelo le traía de sus frecuentes viajes al exterior, relacionó siempre la nieve con la navidad. En 1945, cuando ella contaba apenas con seis años, la familia pasó el diciembre en Chicago, atendiendo la invitación del tío Alberto. Acababa de terminar la guerra y resurgía la esperanza en el mundo. Mi madre sólo ansiaba conocer la nieve, pero en los días previos, y hasta el día de nochebuena, no cayó ni un solo copo.
Esa noche los adultos, reunidos en torno al árbol, sugirieron a los niños pedir un deseo mientras los chiquillos, en la ventana, buscaban la estrella en el cielo y veían maravillados cómo una fina capa de algodón comenzaba a conjurarse sobre calles, jardines y chimeneas. Era como si la ciudad se hubiese reducido de pronto a una pequeña bola de cristal y alguien, en algún lugar, la hubiese agitado vigorosamente para desencadenar una mágica nevada.
El veinticinco, día de navidad, cayó una de las peores tormentas de nieve de la que se tenga registro. Trenes y automóviles quedaron atascados durante horas y las noticias de la radio daban cuenta de que muchos padres no regresarían a sus casas a tiempo para celebrar con sus familias.
Mi madre cargaría por años el peso de la culpa, pues el deseo que pidió aquella noche fue que cayeran montones de nieve, para que la navidad no acabara jamás.
ACERCA DEL AUTOR
Reynaldo Bernal Cárdenas nació en Bogotá. Estudió música y años después fue seducido por los libros. El género del cuento ha marcado su cabalgar por la escritura. Participó en talleres literarios propuestos por Idartes Bogotá y el Ministerio de Cultura de Colombia. Algunos de sus cuentos han sido publicados en medios impresos y en línea de Colombia y de varios países, por ejemplo Narrativa Breve de España, diario colombiano El Espectador, Revista Ámsterdam Sur, diario Es lo cotidiano de México, y la Radio Nacional Argentina. En la actualidad vive en Bogotá y dedica la mayor parte de su tiempo a la escritura.
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